domingo, 22 de agosto de 2010

HAITÍ. OCHO MESES DESPUÉS. DEUDA HISTÓRICA.

Haití fue una colonia rica de Francia durante el siglo XVIII, pero en 1804 se convirtió en la primera nación latinoamericana y caribeña en proclamar su independencia en medio de una violenta revolución.  Sin embargo, para reconocerla como una nación independiente, Francia exigió a su antigua colonia del Caribe el pago de "reparaciones" por 150 millones de francos oro. Esa suma era 10 veces mayor que los ingresos anuales que tenía Haití, que siguió transfiriendo intereses a París hasta 1947. La carta abierta a Sarkozy, publicada en el diario francés Libération, sostuvo que esa deuda "ilegítima" e "ilegal" fue "impuesta bajo la amenaza de invasión militar y de la restauración de la esclavitud" en Haití. El pago fue exigido "para compensar a los antiguos colonos propietarios de esclavos por la pérdida 'de propiedad'", agregó la misiva, firmada también por los europarlamentarios verdes Daniel Cohn-Bendit y José Bové. "En 2003, cuando el gobierno haitiano pidió la devolución del dinero extorsionado a Haití, el gobierno francés participó en su derrocamiento"

Francia, potencia colonial en Haití hasta principios del siglo XIX, de donde obtenía formidables riquezas, reaccionó con celeridad al sismo que devastó Puerto Príncipe.
Lo anterior, en un gesto que analistas atribuyen a "vínculos históricos" y a la "deuda" de París con uno de los países más pobres del mundo.
Francia envió rápidamente aviones y buques con ayuda humanitaria, personal médico y de seguridad, además de unos 25 millones de euros del gobierno y ONGs.
El presidente francés Nicolas Sarkozy intervino directamente tras la catástrofe y propuso una conferencia internacional para reconstruir ese país donde el 80% de sus nueve millones de habitantes vive en la pobreza.
Pero la ayuda francesa dista del impresionante dispositivo desplegado por Estados Unidos, frente al que surgían algunos resquemores, como el del secretario de Estado francés de Cooperación, Alain Joyandet, que pidió que la ONU "defina" el papel de  Washington en Haití.
"Somos los coautores de ese paria sofisticado, cristiano y vudú, a mitad de camino entre Guinea y Manhattan", decía años atrás el escritor francés Regis Debray en un informe al gobierno francés sobre Haití.
"Hay un vínculo histórico y cultural que hay que alentar. No es una deuda, es una solidaridad natural (...). No creo que Francia tenga una deuda histórica con Haití, dijo a la AFP Eric Sauray, politólogo de origen haitiano.
Haití fue colonia francesa a partir de 1693, una vez que los españoles renunciaron a este tercio de la isla La Española conquistada por Colón en 1492, cuando era literalmente una verdadera mina de oro.
Convertida en tierra de esclavos traídos desde Africa, Haití fue a partir de fines del siglo XVII uno de los destinos privilegiados de los colonos franceses que de allí obtendrían una vasta producción de azúcar, índigo y tabaco.
"Hay una historia común (...) que se complicó en las difíciles circunstancias de la independencia, pero eso no supone el nacimiento de una deuda", consideró Sauray en alusión a las tropas que Napoléon Bonaparte había enviado a la "Perla de las Antillas", derrotadas por un ejército de antiguos esclavos.
Primera república independiente desde 1804 y primer país del mundo que abolió la esclavitud, Haití pagó un alto precio por su plena independencia.
"Creo que tenemos una cierta deuda moral" hacia ese país, opinó el escritor y periodista francés Denis Tilinac, interrogado por la radio France Info, tras recordar que en 1820 Francia le pidió a Haití "que reembolsara la supuesta deuda de los  haitianos con los (colonos) terratenientes".
Entre 1825 y 1855 Haití entregó a Francia 90 millones de francos que "mermaron la capacidad de desarrollo de Haití en el siglo XIX", subrayó Tilinac.
Pero en 2003 el entonces presidente haitiano Jean Bertrand Aristide reclamó a Francia la devolución del dinero que su país había entregado un siglo antes, en una evaluación que ascendía a 21.700 millones de dólares.
Sin embargo "políticamente no somos directamente responsables de lo que ha pasado en Haití, sobre todo desde la época de los Duvalier", dijo Tilinac en alusión la dictadura de la familia Duvalier (1957-1986), "la revancha de los pequeños contra los  ricos" que desembocó en un régimen de terror y obligó a decenas de miles de haitianos al exilio.
Haití, escenario de crisis, revueltas, ocupaciones (de Estados Unidos entre 1915 y 1934), dictaduras y catástrofes, es "también nuestra historia", dice el periodista francés Jean Francois Kahn. "Hay que excavar en la historia para abrir los cerrojos  que encierran a ese país en el infierno", afirma.
Más de dos siglos después de su independencia, Haití, cuya economía controlan "elites haitianas, indecentes y repugnantes", según el escritor haitiano Gary Victor, necesita imperiosamente ayuda exterior para sobrevivir y ahora para recuperarse del terremoto que arrasó su capital.

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